Hace tiempo, la relación de Irma y su esposo era ya complicada, llena de violencia y abusos, aunque ella queria seguir con el y lo amaba, las infidelidades, borracheras y golpes eran parte de la historia que la unían a él, ya tenían a la tercera hija y la situación económica era jodida.
Decidieron irse juntos al norte, como lo hacen muchas otras personas, para darle educación y una mejor vida a sus hijos e hijas y tratar de encontrar un nuevo camino juntos, lejos de la codependencia con sus padres, con lo que todavía vivían.
Ella había trabajado toda su vida en casa, aunque había estudiado en la Universidad, su mundo era bastante alejado de la vida pública y se la pasaba encerrada en si misma. Cuando deciden salir al norte, todo era complejo un nuevo idioma, lejos de la familia y con los problemas de pareja en la mochila.
Sin embargo tuvo que asumir los nuevos retos, teniendo que trabajar en las labores que les toca a las mujeres inmigrantes, trabajando en las casas, cuidando enfermos y niños y niñas, impulsando iniciativas de trabajo por cuenta propia como vender comida de su país, artesanías y otras cosas, sin embargo inició una vida de militancia en defensa de los derechos de las mujeres, especialmente de las inmigrantes.
Fué alla donde finalmente adquirió autonomía e independencia, a pesar de todo el racismo y la exclusión y pudo encontrarse con otras mujeres como ella, así pudo separarse del hombre que amó pero que le hizo tanto daño y esta recuperandose.
Ahora enfrenta ella y muchisimas mujeres, una situación grave de amenaza contra su integridad y dignidad, debido a las restricciones y agudización de las políticas anti inmigrantes, corre el peligro como muchas que en cualquier momento toquen a su puerta y la apresen para posteriormente deportarla.
Todas las noches es un martirio, no duerme pensando e ideando miles de estrategias para sobrevivir en la clandestinidad, como esconderse, que calles recorrer para no ser vista, a que horas ir al supermercado, que calles no frencuentar nunca más. Se sobresalta, tiene pesadillas, han vuelto a ella todos los fantasmas de su infancia, de su adolescencia, de persecución durante la guerra en su país, está enferma, deprimida, además sus padecimientos se agravan, siente un poco de alivio con las ampollas de vitamina B que le envían de su país, para los nervios.
No sabe si regresar a su país, que hará alla? en que trabajará? además no tiene casa, ni nada, lo que ha trabajado todos estos años han servido practicamente para sobrevivir, enviar dinero a sus familiares, especialmente a su hijo a quien sigue apoyando económicamente y quien le sigue preocupando.
Cuando llega por la tarde para cenar, tiene que comer con miedo, las luces medio apagadas pues en cualquier momento le tocan la puerta, ya las abogadas le sugirieron que no abra la puerta, que mientras no lo haga, no la pueden llevar.
Por la mañana sale muy temprano con miedo de ser vista, el otro día mientras iba en el bus, detuvieron a otras mujeres así caminando, las detuvieron y las consignaron.
A pesar de eso, quiere seguir aportando desde su militancia, denunciando, organizando, sensibilizando, informando sobre los derechos de las mujeres inmigrantes.
Decidieron irse juntos al norte, como lo hacen muchas otras personas, para darle educación y una mejor vida a sus hijos e hijas y tratar de encontrar un nuevo camino juntos, lejos de la codependencia con sus padres, con lo que todavía vivían.
Ella había trabajado toda su vida en casa, aunque había estudiado en la Universidad, su mundo era bastante alejado de la vida pública y se la pasaba encerrada en si misma. Cuando deciden salir al norte, todo era complejo un nuevo idioma, lejos de la familia y con los problemas de pareja en la mochila.
Sin embargo tuvo que asumir los nuevos retos, teniendo que trabajar en las labores que les toca a las mujeres inmigrantes, trabajando en las casas, cuidando enfermos y niños y niñas, impulsando iniciativas de trabajo por cuenta propia como vender comida de su país, artesanías y otras cosas, sin embargo inició una vida de militancia en defensa de los derechos de las mujeres, especialmente de las inmigrantes.
Fué alla donde finalmente adquirió autonomía e independencia, a pesar de todo el racismo y la exclusión y pudo encontrarse con otras mujeres como ella, así pudo separarse del hombre que amó pero que le hizo tanto daño y esta recuperandose.
Ahora enfrenta ella y muchisimas mujeres, una situación grave de amenaza contra su integridad y dignidad, debido a las restricciones y agudización de las políticas anti inmigrantes, corre el peligro como muchas que en cualquier momento toquen a su puerta y la apresen para posteriormente deportarla.
Todas las noches es un martirio, no duerme pensando e ideando miles de estrategias para sobrevivir en la clandestinidad, como esconderse, que calles recorrer para no ser vista, a que horas ir al supermercado, que calles no frencuentar nunca más. Se sobresalta, tiene pesadillas, han vuelto a ella todos los fantasmas de su infancia, de su adolescencia, de persecución durante la guerra en su país, está enferma, deprimida, además sus padecimientos se agravan, siente un poco de alivio con las ampollas de vitamina B que le envían de su país, para los nervios.
No sabe si regresar a su país, que hará alla? en que trabajará? además no tiene casa, ni nada, lo que ha trabajado todos estos años han servido practicamente para sobrevivir, enviar dinero a sus familiares, especialmente a su hijo a quien sigue apoyando económicamente y quien le sigue preocupando.
Cuando llega por la tarde para cenar, tiene que comer con miedo, las luces medio apagadas pues en cualquier momento le tocan la puerta, ya las abogadas le sugirieron que no abra la puerta, que mientras no lo haga, no la pueden llevar.
Por la mañana sale muy temprano con miedo de ser vista, el otro día mientras iba en el bus, detuvieron a otras mujeres así caminando, las detuvieron y las consignaron.
A pesar de eso, quiere seguir aportando desde su militancia, denunciando, organizando, sensibilizando, informando sobre los derechos de las mujeres inmigrantes.